Grecia toma medidas enérgicas contra las violaciones de los bares de playa en medio de una 'revuelta de las toallas de playa'
Hadzidakis emitió una declaración severa, enfatizando que no se tolerarían violaciones de la ley, revelando planes para aumentar las inspecciones. Las playas privadas son ilegales en Grecia, ya que la constitución designa todas las zonas costeras como propiedad estatal con acceso público garantizado.
La popularidad del país como destino turístico ha provocado un aumento de turistas, lo que ha aumentado la demanda de playas que ofrecen tumbonas, refugios, refrescos y, lamentablemente, música a todo volumen. Las autoridades locales alquilan secciones de playas a empresarios durante los meses de verano, lo que les permite ofrecer servicios. Sin embargo, algunos empresarios han sido acusados de ir más allá de sus contratos de arrendamiento, ocupando playas enteras e incluso prohibiendo a los visitantes que no pagan que se instalen en la playa.
Este creciente problema ha provocado protestas en populares islas turísticas del mar Egeo como Paros, Naxos y Serifos, lo que llevó a los medios a denominar el movimiento como "la revuelta de las toallas de playa", ya que los bañistas solían traer sus propias toallas antes de que se generalizaran las sillas alquiladas.
En respuesta a las quejas y protestas, el fiscal principal de Grecia ordenó una investigación. El Ministerio de Finanzas ya ha tomado medidas: ha descubierto que tres empresas que operan en dos playas de Paros incumplieron sus contratos de arrendamiento y se les ordenará que se retiren.
Las inspecciones intensificadas y el compromiso de abordar las infracciones de los bares de playa tienen como objetivo preservar el acceso público a la costa de Grecia y garantizar una experiencia justa y agradable para todos los bañistas.
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